No hay duda de que Sudamérica es un lugar espiritual, y no solo por los extraordinarios escenarios que se encuentran al viajar por aquí. También debe su energía mística a antiguas civilizaciones como la incaica, cuyos templos siguen infundiendo una sensación de asombro y los rituales de curación se siguen practicando ampliamente hasta nuestros días.
El epicentro del Imperio Inca es el Valle Sagrado, en Perú, donde se pueden descubrir extraordinarios yacimientos arqueológicos como Machu Picchu, Sacsayhuaman y Qoricancha, y luego experimentar un ritual tradicional de limpieza chamánica. Mientras tanto, en la selva amazónica, las ceremonias de ayahuasca han resistido la prueba del tiempo, y en Salvador de Bahía, en la costa oriental de Brasil, se puede asistir o participar en un ritual de candomblé, arraigado en las antiguas tradiciones de África occidental.
Por otro lado, un retiro espiritual en Sudamérica podría incorporar la astrología y la cosmología, algo que precisamente también veneraban los incas. Hay lugares increíbles con baja contaminación lumínica donde se puede sentir la conexión con el cosmos, sobre todo en el desierto de Atacama, en Chile. Y luego está el Valle de Elquí, en el centro de Chile, un santuario del cielo oscuro que ofrece una impresionante observación de las estrellas y que, además, está situado en un poderoso centro electromagnético, lo que crea una energía especial muy apropiada para los retiros espirituales.
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